El proyecto de hotel para el puerto de Málaga, también llamado Hotel Suites Málaga Port, promovido por la empresa qatarí Al Bidda Group, y diseñado por Estudio Seguí, puede convertirse en el primer rascacielos de Málaga, situado en un lugar privilegiado con vistas hacia toda la costa malagueña y a la vez hacia todo el frente de la ciudad. Se convertiría en el edificio más alto de Málaga, llegando hasta los 135 metros de altura, con sus 35 plantas, en las que se incluiría todo tipo de servicios como restaurantes, zonas de spa, cafeterías, además de los diferentes tipos de habitaciones proyectadas, desde la Standard Room hasta la más exclusiva de todas, la Royal Suite.
Vista de la torre desde la playa de la Malagueta
Un rascacielos para recibir a los pasajeros desde el mar
Además del proyecto del hotel, se plantea la construcción de una serie de instalaciones complementarias que potencian el proyecto, ofreciendo más variedad en la oferta turística. Estos servicios complementarios se situarían en el basamento de la torre, con una altura de 12 metros y 3 plantas, que incluirían varios restaurantes, un centro comercial, un centro de congresos con 550 espectadores, la posibilidad de albergar un casino y un parking en el sótano con 485 plazas. Todo esto aprovechando los flujos generados por la cercanía de la Estación Marítima así como extender la actual oferta comercial y de ocio del Muelle Uno. En la cubierta de este basamento y conectado directamente con el hotel se situaría una piscina desbordante infinity, con visión directa hacia la bahía de Málaga en la que las vistas se funden creando una imagen espectacular de la ciudad y su costa. También albergarían varios restaurantes exclusivos del hotel tanto cubiertos como descubiertos.
El encargo de la realización de las infografías 3D de este proyecto por parte de Estudio Seguí, tenía como objetivo mostrar los espacios más relevantes de la propuesta, ya que por las dimensiones del edificio y espacios anexos era imposible mostrar cada uno de ellos. Para conseguir un entendimiento general de la propuesta se establecieron tres órdenes o clasificación de imágenes en función de la distancia a la que se percibía el proyecto y siempre teniendo como referencia al usuario y su relación con el edificio. En una primera clasificación de las imágenes encontramos vistas desde puntos de la ciudad reconocibles como son la playa de la Malagueta y Gibralfaro, en un segundo orden nos acercamos más al edificio situándonos en el Paseo de la Farola dentro del contexto portuario, así como en los alrededores del edificio observando todo el perímetro y accesos del mismo, y en un tercer nivel, donde observamos las imágenes del interior mostrando tanto el interior de la torre en sí como los interiores de los usos complementarios como el centro de congresos. Con estas imágenes fue posible contar el proyecto desde una visión general hasta una más de detalle, siendo la perspectiva del usuario el elemento sobre el que se apoyan cada una de los renders realizados.
Vista desde acceso al puerto deportivo
Vista desde acceso a sala de congresos
Transformación del skyline de la ciudad
Un aspecto muy importante y a tener en cuenta en el proyecto de Hotel Malaga Port era su materialidad y la imagen que proyectaba hacia el usuario que miraba desde el exterior. Desde el inicio del proyecto se tomaron varias decisiones que resultaron acertadas y que estaban en consonancia con las necesidades técnicas de un proyecto de estas características. La creación de unas viseras de hormigón blanco para generar unas zonas de sombra en las fachadas y reducir la incidencia solar aportaba un valor estético muy potente, así como la elección de un sistema de muro cortina con un acabado que en función de las horas del día tendría una apariencia diferente. Por el día actuará reflejando la luz solar y a la vez todo el puerto y el frente de la ciudad creando una estampa que variará en función del punto de vista, y por la noche se generará un juego de luces interiores configuradas por el uso de los clientes del hotel dando lugar a una fachada cambiante.
Como hemos comentado se establecieron tres jerarquías de imágenes en función de la distancia a la que se podía observar el edificio. Explicando algunas imágenes dentro de esta clasificación podemos facilitar la comprensión del proyecto y extraer las claves de su concepción.
En la imagen de la torre vista desde la playa de la Malagueta se tuvieron en cuenta varios aspectos que justificaban la elección de este punto de vista. Por un lado mostrar el proyecto, y la torre como elemento predominante, en relación con la percepción de una persona que acude a la playa y el impacto que le genera en su visión del frente marítimo y portuario. Y por otro la relación de escalas existentes entre los diferentes elementos portuarios como son las grúas del puerto así como los grandes cruceros que frecuentemente atracan en la Estación Marítima, justificando su altura como un elemento más que se suma al skyline de la ciudad, y no como elemento que rompe con lo existente.
Vista desde acceso por el Paseo de la Farola
Nuevos focos de actividad para la ciudad
En otra escala más cercana al edificio desde el punto de vista del usuario nos encontramos en la zona del Paseo de la Farola. En esta imagen el objetivo era mostrar por un lado la relación de escalas entre la torre y los cruceros de grandes dimensiones atracados en la Estación Marítima, y por otro mostrar el flujo de actividad existente en momentos puntuales de máxima afluencia aprovechando estos eventos, y como la movilidad de la propuesta es totalmente viable con los aparcamientos previstos tanto en superficie como en el parking subterráneo.
Siguiendo en esta escala de lejanía del edificio era muy importante mostrar la relación de la propuesta con los usos que ya existen previamente como son la Estación Marítima de Poniente así como el puerto deportivo e instalaciones del Real Club Mediterráneo. La imagen muestra perfectamente como esta relación queda totalmente clara, teniendo cada elemento su protagonismo y espacio dentro del entorno portuario, con un horizonte marcado por el espaldón del puerto y la Estación Marítima con las grúas al fondo, y la torre como elemento vertical con su fachada de vidrio separando ambos usos existentes.
Otra imagen o punto de vista interesante de cara al usuario y su concepción del proyecto era mostrar el entorno más inmediato e instalaciones complementarias como son el centro comercial, restaurantes, centro de congresos y casino. Todos estos espacios tienen su acceso en la parte trasera del basamento para independizarlos de alguna manera del acceso principal del hotel situado en la torre. También en esta imagen se muestra la cubierta del basamento, exclusiva del hotel con sus áreas al aire libre donde se ubican restaurantes, cafeterías y piscina infinity.
Vista interior de la sala de congresos
Una nueva mirada hacia Málaga desde el mar
En el último escalón de esta clasificación que hemos establecido encontraríamos los espacios interiores tanto del basamento, donde se ubican los usos complementarios, como los de la propia torre, donde se encuentran los destinados al hotel. Un uso complementario que destaca del resto es el centro de congresos con capacidad para 550 espectadores, un espacio destinado para los grandes eventos de la ciudad, presentaciones, y exposiciones públicas, situados en un lugar privilegiado como es el puerto de Málaga. En la imagen podemos observar cómo sería este espacio, la configuración del escenario y zona de butacas, con los accesos, sistemas de iluminación y demás elementos que hacen de este espacio un lugar donde desarrollar actividades hasta ahora no posibles en el centro de la ciudad.
Entrando ya en el interior del Hotel, situado en la torre, la infografía de la habitación nos muestra como el diseño está planteado de tal manera que se tenga un visión de la bahía de Málaga desde cualquier punto, incluyendo las vistas desde la bañera-jacuzzi. La distribución es óptima separando la zona de descanso y ocio, de la zona de baño y guardarropa, generando dos ambientes diferenciados por su uso.
Vista interior de habitación estándar
Este proyecto nos proponía diferentes retos a nivel técnico. La extensión y el tamaño del proyecto nos obligaba a tener que generar gran cantidad de elementos que se tenían que procesar en diferentes fases posteriores, con todo lo que ello conlleva en el plano técnico. El trabajar con diferentes escalas, hacía que cada elemento que trabajábamos en 3D tenía que estar correctamente relacionado con el resto, con el objetivo de encontrar un resultado lo más fiel a la realidad. Así como de ser capaces de reflejar todo lo que los arquitectos querían mostrar a través del diseño, bien materialmente, o bien su integración con los elementos de la ciudad, ya que es un aspecto importante en el contexto urbano y portuario donde nos encontramos.
Este trabajo supuso un antes y un después a la hora de abordar proyectos de estas características, aportándonos los mecanismos y procedimientos para conseguir un resultado acorde a las necesidades y con el mayor grado de realismo posible.